El borrador de la nueva ordenanza de movilidad de la ciudad prevé limitar la velocidad máxima de circulación de las sillas de ruedas, estableciendo que estos dispositivos no podrán desplazarse por las aceras a más de 5 km/hora.
Así, se les dará el mismo tratamiento que a bicicletas o patinetes eléctricos, pretendiéndose regular mediante normativa que su velocidad de marcha se amolde a la del resto de peatones.